Last year, I announced my plan as your shepherd to focus on the seven sacraments of our faith for the coming seven years. For the 2022 liturgical year, our diocesan focus was on the Eucharist and the call to deepen our faith in Jesus especially as he is with us in his real presence in the Blessed Sacrament. We also spent time growing in devotion to the Immaculate Virgin Mary, recognizing that a deeper relationship with his mother always draws us closer to Jesus.
I am now pleased to proclaim that we will enter into a Year of Baptism and St. John the Baptist for 2023, beginning with the First Sunday of Advent 2022. During this year, our focus will be on how the sacrament of Baptism as the “basis of the whole Christian life, the gateway to life in the Spirit” makes and calls us to be sharers in the life of Christ as priest, prophet, and king (CCC 1213, 1268).
Throughout this year, I encourage all in the Diocese of Tyler to pray, study, and reflect on the essential meaning of the mission given to us in Baptism. In this, we can be guided by the words of Pope Francis, “In virtue of their Baptism, all the members of the People of God have become missionary disciples” (Apostolic Exhortation Evangelii Gaudium, 120). We can also look to the wisdom of the Fathers of the Second Vatican Council who, in the Dogmatic Constitution Lumen Gentium, wrote:
Through their baptism and confirmation all are commissioned to that apostolate [the lay apostolate] by the Lord Himself. Moreover, by the sacraments, especially holy Eucharist, that charity toward God and man which is the soul of the apostolate is communicated and nourished. Now the laity are called in a special way to make the Church present and operative in those places and circumstances where only through them can it become the salt of the earth (No. 33).
Journeying together through this year, we will look to the example of St. John the Baptist, the one sent to bear witness and prepare the way for the Lord, asking for his intercession in the way of salvation and peace in Christ Jesus.
Given at Tyler on November 26, 2022, the First Sunday of Advent.
+ Joseph E. Strickland
Bishop of Tyler
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El año pasado, anuncié mi plan como vuestro pastor de centrarme en los siete sacramentos de nuestra fe durante los próximos siete años. Para el año litúrgico 2022, nuestra diócesis se centró en la Eucaristía y en la llamada a profundizar en nuestra fe en Jesús, especialmente cuando está con nosotros en su presencia real en el Santísimo Sacramento. También pasamos tiempo creciendo en la devoción a la Inmaculada Virgen María, reconociendo que una relación más profunda con su madre siempre nos acerca a Jesús.
Ahora me complace proclamar que entraremos en un Año del Bautismo y de San Juan Bautista para 2023, comenzando con el primer domingo de Adviento de 2022. Durante este año, nos centraremos en cómo el sacramento del Bautismo como “base de toda la vida cristiana, puerta de entrada a la vida en el Espíritu nos hace y nos llama a ser partícipes de la vida de Cristo como sacerdote, profeta y rey (CIC 1213, 1268).
A lo largo de este año, animo a todos en la Diócesis de Tyler a rezar, estudiar y reflexionar sobre el significado esencial de la misión que se nos dio en el Bautismo. En esto, podemos guiarnos por las palabras del Papa Francisco: “En virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se ha convertido en discípulo misionero” (Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, 120). También podemos acudir a la sabiduría de los Padres del Concilio Vaticano II que, en la Constitución dogmática Lumen Gentium, escribieron:
“Eel apostolado de los laicos es participación en la misma misión salvífica de la Iglesia, apostolado al que todos están destinados por el Señor mismo en virtud del bautismo y de la confirmación. Y los sacramentos, especialmente la sagrada Eucaristía, comunican y alimentan aquel amor hacia Dios y hacia los hombres que es el alma de todo apostolado. Los laicos están especialmente llamados a hacer presente y operante a la Iglesia en aquellos lugares y circunstancias en que sólo puede llegar a ser sal de la tierra a través de ellos” (n.º 33).
Recorriendo juntos este año, miraremos el ejemplo de San Juan Bautista, el enviado a dar testimonio y preparar el camino del Señor, pidiendo su intercesión en el camino de la salvación y la paz en Cristo Jesús.
Dado en Tyler el 26 de noviembre de 2022, el primer domingo de Adviento.
+ Joseph E. Strickland
Obispo de Tyler